A propósito del Capitán América...
Por Felipe Jara
Leía uno de los tantos tomos del Capitán América de Ed Brubaker que tengo por ahí, cuando me topé con una pequeña historia escrita por Greg Rucka (Batman, Elektra, Spider-Island), en donde le informan al Capitán sobre un soldado caído en acción, así que por algún motivo, Steve viaja a la natal Memphis para asistir al funeral de este soldado; no quiero spoilear el resto de la historia, pero al re-leerla, re-descubrí el origen de mi gusto por el Capitán América. Muchos ven a Steve Rogers como el lacayo del gobierno de EE.UU., un perro que se puede mandar a países pobres para obtener petróleo, básicamente una forma de USA de los comics de decir “Mira, la tengo más grande que tú, no puedes hacer nada al respecto”. Pero este concepto no podría estar más alejado de la realidad del personaje. Steve Rogers no es un héroe que se jacte de ser el mejor, que quiera demostrar su superioridad heroica (bueno, depende de escritor a escritor), pero para capturar la esencia de Steve Rogers se debe considerar la humildad del personaje, de aquel joven pequeño y desvalido que se vio enfrentado día tras día a los golpes, burlas e insultos de los demás niños por la sola razón de ser débil. Pero de ese mismo sufrimiento fue forjado el coraje, el deseo de que nadie más tenga que pasar por el sufrimiento que los demás pasaron, de ahí nació la compasión que es la clave del Capitán, compasión que lo llevó a enlistarse en el ejército en plena Segunda Guerra Mundial, prácticamente una sentencia de muerte para un débil joven, pero el deseo de liberar a la gente del yugo de ser sometido por alguien lo hizo el sujeto perfecto para recibir el suero del Super Soldado.
Durante la historia del personaje se ha visto varias veces cómo este deseo lleva a luchar en contra a lo que el gobierno americano del universo Marvel quiere. Cuando renunció a llevar el manto del Capitán América y comenzó a ser el Nómada, para desligarse, protestar y luchar contra la corrupción del gobierno americano, demostrándonos que no es esa mascota del gobierno que todos dicen que es. Otro ejemplo más reciente y más conocido es Civil War, donde Steve prefiere luchar en contra de la reforma creada por el gobierno para tener una base de datos de todos los superhéroes, para así defender su independencia y seguridad, ya que si cae en malas manos, una base de datos así podría dejar la escoba en el universo Marvel.
Volviendo a la historia de Rucka, el motivo de todo lo que hizo el Capitán da a entender que si uno realiza un sacrificio por los demás, siempre será algo bueno, algo que quizás muchos recuerden, quizás unos pocos, pero eso no quita que en este mundo no hay bondad y que siempre habrá alguien dispuesto a luchar por los demás, luchar por la causa justa, no por una bandera, no por un gobierno, si no por las personas. Y por eso Steve Rogers, I salute you.
Pd: Sí. Sí sé que Steve Rogers es un personaje ficticio :v