MV52: Nº48 - Sinestro Corps War
Reseña: J.P. Armstrong
Lugar: 48 (8 puntos y 5 votos)
Guión: Geoff Johns, Dave Gibbons, Peter Tomasi
Dibujo: Ethan Van Sciver, Ivan Reis, Patrick Gleason, otros
Green Lantern: Sinestro Corps Special #1; Green Lantern Vol.4 #21-25; Green Lantern Corps Vol.2 #14-19
The greatest Green Lantern that ever lived, el mejor Linterna Verde que ha existido. Tal descripción han merecido dos integrantes del prestigioso Corps, Thaal Sinestro y Hal Jordan. Pero hace 10 años, Hal estaba lejos de siquiera seguir siendo considerado un Green Lantern. Devolver al lantern más icónico de todos a su lugar de honor tuvo un largo y (suponemos) planeado recorrido.
Partiendo en Green Lantern: Rebirth, Geoff Johns se las arreglaba junto a Ethan Van Sciver de revivir a Jordan, expiarlo de sus pecados, recuperar al Corps y preparar tramas a futuro. A esta miniserie le seguiría un nuevo volumen de la serie Green Lantern (GL), en compañía de Van Sciver, Carlos Pacheco y luego Ivan Reis.
Paralelamente, Johns, Dave Gibbons y Patrick Gleason en Green Lantern Corps: Recharge nos mostraban cómo el restablecido Corps preparaba a nuevos reclutas y retomaba su labor de vigilar el universo. Esta miniserie sería también el puntapié inicial para un nuevo volumen de los Green Lantern Corps (GLC), donde Gibbons, y posteriormente Peter Tomasi, siempre en compañía de Gleason.
Con dos series corriendo en paralelo, se fueron mostrando algunos destellos (nunca mejor dicho) de lo que se vendría, con anillos amarillos apareciendo por aquí, zafiros por acá, una oscura profecía asomándose y a los Guardianes mostrándose cada vez más herméticos y distantes. Con este escenario en posición y amenazas en el horizonte, es que la épica Sinestro Corps War da inicio.
Green Lantern: Sinestro Corps Special #1 nos muestra a Sinestro, herido desde su último enfrentamiento en Rebirth, entonando por primera vez el juramento de su Sinestro Corps y vistiendo una versión actualizada (y amarilla) de su traje clásico. Rápidamente vemos cómo las distintas piezas van poniéndose en el tablero y su plan se desarrolla, el Green Lantern Corps es emboscado y atacado a través de la galaxia, Kyle es llevado al universo de antimateria y poseído por el ente amarillo, convirtiéndose en el nuevo Parallax, y termina con una espectacular doble página mostrando a los pesos pesados del Corps amarillo: Sinestro, Parallax, Superman Prime, Cyborg Superman (en control de los Manhunters desde su reaparición en GL) y la mayor sorpresa de todas, el Anti-Monitor. Fuck.
En el transcurso de esta historia el control que ejercen los Guardianes del Universo comienza a ser cada vez más firme, cambiando leyes, censurando pasajes del Libro de Oa y manipulando al Corps; pero también comienza a ser cada vez más cuestionado, incluso desde el interior, siendo Ganthet y Sayd pieza clave de lo que se vendrá a futuro.
Lo que sigue a través de los números de GL y GLC son algunas de las batallas más espectaculares que he visto, gracias a las hábiles manos de Reis y Gleason. Los enfrentamientos entre Mogo y Ranx, la ciudad viviente, Kilowog y Arkillo, Sodam Yat con el poder de Ion y Superman Prime quedan grabados a fuego en nuestra retina...
Pero no todo son peleas. Uno de los puntos fuertes de esta saga es que explora y profundiza en la historia, trasfondo y motivaciones de diversos personajes, partiendo por Hal Jordan y Thaal Sinestro, pasando por Kyle Rayner, Cyborg Superman, Superman Prime, Sodam Yat, Ganthet, Sayd y los Guardianes. La extensión de este crossover permitió a Johns, Gibbons, Tomasi y compañía (en los one-shots Tales of the Sinestro Corps) realizar un estudio de todos estos personajes e inyectar así dosis de emotividad y empatía hacia los involucrados, incluso hacia los villanos.
En el apartado gráfico Ivan Reis se desenvuelve con soltura a través de peleas masivas y un elenco innumerable de personajes, demostrando una gran habilidad para manejar espectaculares splash y double-splash pages de acción; por su parte, Patrick Gleason muestra solidez y firmeza en su trazo, con un dominio de las sombras impecable y una caracterización siempre eficiente, si bien su narrativa secuencial no siempre es del todo clara, cumple con una notable efectividad su parte del relato. Los aportes de Ethan Van Sciver son puntuales pero significativos, y el resto de artistas de relleno cumplen con sus paginas, si bien ninguno sobrepasa en nota un correcto.
Sinestro Corps War marca también el comienzo de la Guerra de Luz y la expansión de forma exponencial que significó para la mitología de los Green Lanterns, explotando conceptos que Alan Moore indujera en el Corps hace décadas en un par de historias cortas y expandiéndolas hasta una profecía apocalíptica que se convertiría en punto clave para la franquicia y uno de los mayores éxitos comerciales para DC, la llamada Blackest Night, la Noche Más Oscura... Pero de eso hablaremos a futuro.