MV52: Nº50 - Fantastic Four: Forever
Reseña: J.P. Armstrong
Lugar: 50 (8 puntos, 1 voto a este arco y 1 voto a la etapa de Hickman completa, se juntaron en un voto)
Guión: Jonathan Hickman
Dibujo: Steve Epting y Barry Kitson, con complementos de Carmine Di Giandomenico, Ming Doyle, Leinil Francis Yu y Farel Dalrymple
Fantastic Four Vol.1 #600-604
Suele decirse que los Fantastic Four, luego de la impresionante etapa que tuvieron Stan Lee y Jack Kirby en el título —102 números, nada menos—, nunca han vuelto a brillar como entonces, con la etapa de John Byrne a inicios de los 80 en un respetable segundo lugar. Personalmente creo hay varias etapas dignas de mención, pero sí hay que reconocer que nunca han logrado destacar demasiado dentro del panorama general de Marvel. Esto al menos hasta que Jonathan Hickman llegó a la cabecera de la Primera Familia.
Mientras Mark Millar y Bryan Hitch terminaban una etapa en la cabecera Fantastic Four que en su inicio había prometido mucho, pero que fue desinflándose a medida que avanzaba —con un, a título personal, horroroso arco final—, Hickman probaba las aguas con una miniserie de los FF ambientada en el evento Dark Reign que corría por aquella época —concretamente en Dark Reign - Fantastic Four #001-005—, iniciando de paso los eventos que gatillarían la trama central de su etapa. En dicha miniserie, Reed Richards, Mister Fantastic, construía un Puente que le permitía contactar otras dimensiones, llevándolo a conocer a un Concilio de Reeds provenientes de todo el Multiverso, donde trabajaban para mejorar el multiverso entero.
A fines de 2009, Millar cedía finalmente las riendas de la serie principal a Hickman, donde Reed comenzaría su labor de Resolverlo Todo junto al Council of Reeds. Lamentablemente, dicha alianza tuvo un abrupto final cuando se vieron atacados por Celestials locos. Desde aquí, Hickman comenzaría a construir un complejo entramado con diferentes hilos argumentales en paralelo y varias piezas en movimiento: la Future Foundation y sus varios jóvenes integrantes; un Dr. Doom sin su intelecto junto a su hijo Kristoff; un Nathaniel Richards viajero del multiverso y unos misteriosos visitantes del futuro; la pequeña Valeria Richards llevada por su intelecto a tomar peligrosas decisiones y alianzas, y un Franklin Richards redescubriendo sus poderes mutantes de nivel omega; y una intrigante profecía de lo que se vendría, con Cuatro Ciudades en guerra… por nombrar unas pocas.
El arco argumental "Forever" es donde la mayoría de estas tramas rinden sus frutos. En el transcurso de los 5 números que componen este arco —junto a otros números en paralelo de la segunda serie que surgió bajo la pluma de Hickman, FF—, vemos el regreso de Johnny Storm y su impresionante aventura en la Negative Zone junto a la Light Brigade de los Universal Inhumans; vemos a los Fantastic Four, junto a los Avengers, defender la Tierra de una flota invasora Kree; vemos, a su vez, a los Inhumans de la Tierra aceptar su nuevo destino, liderando a los Universal Inhumans y yendo a una guerra final contra el imperio Kree, con la Tierra como campo de batalla; vemos posteriormente la llegada de los Mad Celestials persiguiendo a los últimos integrantes del Council of Reeds, listos para destruir nuestro planeta.
Aquí descubrimos que todos estos eventos se han desarrollado de la forma más calculada posible, a través de un plan llevado a cabo por Nathaniel Richards y unos Valeria y Franklin del futuro, intentando evitar lo inevitable: el día en que todos sus pecados lo alcanzaron… el día en que nuestro Reed Richards muere.
Como mencioné antes, todos los hilos argumentales nos llevan a esta conclusión con muchísimos momentos impresionantes, como la odisea que llevó Johnny Storm en la Negative Zone y su emocionante regreso a nuestra dimensión, el enorme enfrentamiento que se produce en la órbita de la Tierra, la llegada de Galactus al conflicto y su increíble batalla, un Franklin del futuro llamando a su “heraldo” y el enfrentamiento final… Pero sobre todo, vemos a la familia Richards y sus aliados superar todos los obstáculos posibles para alcanzar la victoria, porque "todo niño merece tener un padre”.
En el apartado gráfico, Steve Epting y Barry Kitson se reparten los números principales. Ambos con un estilo sobrio, logran reflejar en imágenes la grandeza de esta historia, con un dinamismo y claridad que sirve como escaparate para que las ideas de Hickman sean transmitidas con efectividad. En los complementos del número #600 —el regreso de The Human Torch— los artistas invitados logran igualmente una tarea solvente: Carmine Di Giandomenico nos muestra los horrores de la Negative Zone a los que Johnny debe enfrentarse; Ming Doyle retrata de forma efectiva la extrañeza de los Inhumans; Leinil Francis Yu, con la oscuridad del universo de fondo, nos permite dar un vistazo a Galactus; y Farel Dalrymple logra capturar la imaginación alocada, desbordante e inocente de la infancia en la historia de Franklin. Cada artista cumple su labor, consiguiendo un resultado final correcto y acertado para esta historia.
El epílogo de este arco es un momento padre-hijo entre Reed y Franklin, el cual refleja las primeras páginas de la etapa, donde veíamos a un pequeño Reed y su padre Nathaniel, el cual estuvo ausente la mayor parte de la juventud y adultez de Reed, cerrando de esta manera el círculo temático que inició el guionista con esta épica sobre un padre y su hijo.
"Forever", en cualquier caso, no es el fin de Hickman en los Fantastic Four, dejando los números restantes de su etapa para explorar algo más a los personajes, jugar con otros elementos clásicos de la franquicia y, de paso, plantar nuevas semillas para su futura etapa en los Avengers —y más concretamente, en New Avengers—: Black Panther y Wakanda, Black Bolt y los Inhumans. Si hay algo que Hickman logró capturar de manera perfecta es el espíritu familiar que posee este grupo, con la Future Foundation como una excelente adición para explorar en mayor profundidad este tema. Entendió lo que “La Primera Familia" es, ante todo, eso, una familia; entendió que a pesar de las grandes ideas, conceptos más grandes que la vida, amenazas multiversales y viajes en el tiempo, el motor que mueve a estos personajes, lo que está detrás de todo siempre fue la familia. Reed, Sue, Johnny, Ben, Franklin, Valeria, Nathaniel, Victor, Kristoff… una gran familia, disfuncional, extraña, pero fascinante.