"Daredevil: Yellow" (2001) de Jeph Loeb y Tim Sale
Invitado: Eduardo Alvarez
Daredevil: Yellow, de Jeph Loeb y Tim Sale, es una miniserie de 6 números publicada originalmente en los USA entre los años 2001 y 2002, enmarcada en el sello Marvel Knights (comics para un público algo más adulto), y fue la primera de la “trilogía cromática” llevada a cabo por Loeb y Sale, dentro de la cual también encontramos a Spiderman: Blue y Hulk: Grey. Por obras anteriores de este tándem, se podía suponer que Yellow sería una obra a tener en cuenta, pero hasta las expectativas de los más optimistas quedaron cortas: estamos ante una obra maestra, digna de ocupar un lugar destacado en la estantería de cualquier aficionado a la literatura.
Yellow es la reinterpretación del origen de Daredevil, con el título haciendo referencia a su primer traje, de color amarillo. Es una revisión de los primeros días como enmascarado de un joven Matt Murdock, de los hechos que lo llevaron a convertirse en vigilante, y de sus primeras aventuras en su lucha contra el crimen y en la oficina de los abogados Nelson & Murdock. Todo es relatado directamente desde el corazón de nuestro protagonista, a través de una carta dirigida a su enamorada, Karen Page, de la que se encuentra separado por los hechos ocurridos en los primeros números de Marvel Knights: Daredevil. En sentido estricto, algunos hechos entran en conflicto con el origen narrado por Frank Miller en el mítico Daredevil: The Man Without Fear, pero un detalle tan poco importante como la continuidad no lastra para nada el buen hacer del guionista. Al respecto solo puedo afirmar: fuck you, Frankie.
Si pudiésemos resumir la obra en una sola palabra, sería AMOR, pues eso es lo que destila cada pagina y viñeta. La miniserie se encuentra férreamente marcada por el amor, respeto y admiración de Matt hacia su padre y por el amor del binomio Matt-Karen, pero además es inconcebible que una obra de ésta carga emocional haya sido concebida sin un profundo cariño de Loeb y Sale por Daredevil y por el cómic como forma de expresión artística.
El guion de Jeph Loeb es certero al momento de reflejar tanto las tribulaciones íntimas que sufre Matt Murdock como la violencia en la que se ve envuelto Daredevil, combinando en un muy afinado engranaje las reflexiones de Matt acerca de su padre y Karen, con las situaciones de vida o muerte a las que se enfrenta. Los diálogos son auténticos y emotivos en los momentos en que la oscuridad y la tragedia se hacen presentes, pero que se conjugan a la perfección con los destellos de luz que aparecen con las intervenciones de Foggy Nelson y, sobretodo, Karen. Las interacciones en las oficinas de Nelson & Murdock se sienten cercanas y amenas, y logran dotar al título con un toque de comedia romántica, pues si bien estamos ante una obra muy emotiva y sobrecogedora, no es una lágrima lo que queda al finalizar la lectura, sino una leve sonrisa frente a la belleza y sinceridad que acá encontramos.
Éstas son las grandes obras de arte, aquellas que son capaces de despertar todo tipo de sentimientos. Con respecto a los personajes que supuestamente son secundarios, en este caso Foggy y Karen, están muy bien caracterizados y definidos, y proyectando en todo momento una personalidad clara. Se nota que Loeb dedicó mucho tiempo a ellos, ya que en cada participación se roban la viñeta y se complementan a la perfección cuando interactúan con Matt.
Pero si hay algo que destaque por sobre todo lo anterior, es el arte. Tim Sale es Dios. No sólo dibuja con claridad y precisión, sino con un estilo tan espectacular, chispeante y dinámico que por momentos parece que los personajes y las atmósferas se salen del papel. No se necesitan lentes 3D para que parezca que vienen hacia ti y se active el reflejo de esquivar con la cabeza esos rayos proyectados en la lucha de Daredevil contra Electro, así como les aseguro que después de leer la obra escucharán por mucho tiempo los vítores regurgitados por el público cuando "Batallador" Jack Murdock asesta ese derechazo definitivo a la mandíbula de Creel. Yo por mi parte, estoy encantado por el Channel que estoy seguro usaba Karen y que aún entra a mi nariz cada vez que se pasea por las páginas.
Las aguadas de Sale recrean a la perfección el movimiento y la acción, así como transmiten solemnidad en los momentos más calmos del guion. La ambientación nos retrotrae instantáneamente a un momento indefinido de los años '60, como si de la mejor película se tratara. En este sentido, juegan un papel imprescindible los vestuarios y elementos decorativos, pero también la paleta de colores aplicada con maestría por Matt Hollingsworth, que convierte a cada viñeta en un gozo visual, una sinfonía definitiva de luces, sombras y colores deslumbrantes. Las técnicas empleadas por dibujante y colorista dan como resultado la ilusión de que las páginas están realizadas con acuarela. Pura belleza, aprueba con sobresaliente.
Mención aparte merecen las portadas. Con una composición exquisita y conceptos transmitidos claramente, cada una de ellas es una pequeña joya que podría ocupar un lugar destacado en cualquier galería de arte. Además de representar de forma inteligente y cronológica la vida de Matt, dan cuenta de una destreza y sofisticación de Sale frente a la que hay que sacarse el sombrero.
Para terminar, una recomendación: ¡Lean Daredevil: Yellow, por Tutatis! Eso sí, con cautela, advertidos quedan de que después de leer ésta obra puede que el Diablo Osado se transforme en su enmascarado favorito y que sus neuronas, con justa razón, borren de sus registros el concepto de “Batman Rojo” (en este caso, amarillo) y le asignen el lugar que el personaje se merece. De hecho, no me extrañaría que empiecen a llamar a cierto connotado habitante de Gotham con el mote de “Daredevil Negro”, pero esa es otra historia...
EN PAPEL: En ingles es encontrable en sus ediciones en grapa y TPB, pero personalmente recomiendo el tomo en español editado por Cómics Forum: tapa dura, extras interesantes e inmejorable realización técnica. Juegue.